Cada vez recuerdo menos detalles de la vida que compartimos, tal vez, he pasado tanto tiempo evocando aquel pasado, que nuestra historia se ha vuelto una narrativa genérica, los detalles mas humanos, el olor del pasto en aquel rancho del abuelo, la forma en la que saludabas de mano, tu línea del cabello y las expresiones de tus ojos, tus abrazos y tu olor, esas cosas por ejemplo, ya no las recuerdo como antes, el paso del tiempo ha ido distorsionando la realidad que compartimos, el problema no es lo que he ido olvidando, sino la falta que me has hecho en el tiempo que he vivido en tu ausencia, tu muerte llenó de nostalgia mi entorno y he aprendido a vivir esa vida, donde repaso aun, los rincones donde estas guardado.
Es tanta la ansiedad que me causa la idea de olvidarte, que he vuelto a la casa donde crecimos, de seguro seria para ti un lugar desconocido lleno de matices extraños, tal vez sentirías que nuestra calle es como la boca de un niño, y que las antiguas casas se ha ido como dientes de leche para dar paso a otras nuevas que se están robando tanto el espacio donde vivimos, como el recuerdo de que existimos, la banqueta donde aprendimos a andar en bicicleta, hoy me ve pasar como un desconocido, el pavimento lleno de grietas me ha dejado pensando en el notorio paso del tiempo, en realidad no se a que he vuelto, tal vez para buscar la verdad que se esconde en mis mentiras, tal vez a quitarle la neblina que ha rodeado siempre a mis verdades, solo se que yo sigo aquí, y tu no te has ido del todo.