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  • Gerardo Javier Garza Cabello

El chico que leía la rayuela



Me encantaría volver al tiempo con aquel chico que leyó a Cortázar por primera vez, sabiendo lo que sabe el día de hoy acerca de la maga y las distopias que revientan en polvo de estrellas, esas líneas eran para el lo que el día de hoy no pueden ser para mi… Recuerdo lo que sentí en aquellos días, de fumar a escondidas de mis padres, conectaba puntos en la fantasía de aquel París de la rayuela y sentía un goce poderoso, desde aquellos lejanos días me encontré a mi mismo soñando con un horizonte que no podía ver con mis ojos, ya soñaba con mas de lo que conocía mi razón.


Por alguna extraña razón al volver a aquel chico de 17 años, enamorado de aquella chica que aun me duele recordar, me llena una extraña sensación de incertidumbre que me pone de frente contra mi mismo y una fuerza caótica me entristece hasta que no puedo distinguir fantasía de realidad, un abismo insufrible se forma entre lo que ese chico soñaba de la vida, de lo que este adulto resulto vivir.

Tal vez esté en algún lugar de este universo, aquella chica llamada Mayte, contemplando mi numero en alguna libreta de física o de química orgánica, recordando también, el camino que decidimos no caminar pero que en ese momento se sentía como “el camino” y me reprocha enfurecida en su inconsciente, por qué diablos cubrí de apatía el tratar de rescatarnos al primer problema, y terminaría por odiar lo que alguna vez pensó que estaba formando su versión de amor, y no es solo ella, han sido varias almas que he tocado al punto de decirme “te amo” no supe nunca mantener esos amores, porque una portada negra, que decía “los dioses están muertos, en largas filas de papel y cartón” me decían, “chico, la tristeza es de los poetas”


Después me pongo nostálgico y me pongo a narrarme argumentos que justifican mi libro de misterios de la existencia, y me llena de alegría saber que nunca faltara un amor, uno con el cual quisieras volver a tocar el cielo y otro que dejaras ir como arena entre los dedos… No recuerdo donde leí, creo que de Camús, algo que parecía decir, “Invariablemente, todas las personas que me amaron me terminaron odiando por los mismo motivos que las hicieron amarme.”

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