Había olvidado lo hermosa que eras, y ahora que te he vuelto a ver, he de reconocer que me partió verte tan feliz, ver que el el arco de tu sonrisa es más amplio que nunca, que tienes de nuevo ese brillo familiar en tu mirada. Noto con asombro que has tenido la voluntad de explorar sueños que nunca quisiste explorar conmigo y me hace sentir tan cretino creer que no volverías a vibrar como algún día lo hicimos, yo que creía que las constelaciones en el cielo serian solo nuestras, nunca imagine que volverías a mirar al cielo para ver estrellas que no quisiste observar conmigo.
El último beso ya no sabe más a mí, hoy estas llena de otro aliento, las canciones viejas se inundaron de nuevos recuerdos, hay cada vez menos rincones en donde siga existiendo y si le quedaba algún recuerdo con mi perfume a tu horizonte, ya se ha esfumado. Lo tomo con humildad, porque también pude haberme ido a donde tú ya no ibas conmigo, en cambio quise alejarme más y perderme todo lo que hoy eres y hasta me invade una nostalgia que me desfallece, porque sabía que volverías a sonreír y pude haber sido yo quien sonriera contigo pero en cambio, decidí alejarme. Repaso todos los recuerdos que me sofocan, pero ya no estoy yo y ya no estas tu, tu tacto me es imposible de evocar y después de ese beso de despedida, sabía que jamás nos volveríamos a encontrar, estuve en paz con eso, hasta que te vi amar de nuevo.
Ver de nuevo como el cielo cabía en tu mirada, me hizo recordar aquel chico que juró que serias por siempre tú, y pensar en él me hizo entender que tal vez no volveré a sentir un amor como el nuestro, hoy me siento solo, abatido y sin ganas de tener fe en amar de nuevo y aunque no me cabe duda que hay alguien dispuesto a entregarme todo lo que hoy sueño con tener, yo fui el que cambio, ahora amo con miedo, amo desde el recuerdo y el recuerdo se lleno de sombras, y aun sabiendo que debo perdonarme y seguir adelante, me llena de angustia saber que entregarme significa que puedo volver a vivir todo esto de nuevo, pero no conozco otra forma de lidiar con el pasado, que no sea sentir esta condena absurda de ya no poder sentir.