Esa silueta,
la de tus labios
la de tus ojos cuando me llamas
sin hablar, en silencio.
El reflejo etéreo de tus pupilas
Que se asoma con asombro
Como una Luna inesperada
En el vacío estelar.
Incluso esas muecas de exilio
Las que exhalan con ímpetu
Que quieres estar sola
Sin mi, contigo.
cuando me abrazas sin tocarme
Y me acaricias sin tus manos
Justo ahí donde tu sonrisa se vuelve
balada incauta y lejana.
Indescifrable, compleja
Como el sonido de una tormenta
Que hace ecos en el cielo azul
Y que toma por sorpresa al alma
Como el reflejo de una llama
Que nace ahí,
donde nada habita
En la balada de tu prisa.
Y circulan por mis poros
Nuestras historias
Nuestras promesas
Los minutos y las horas
Y te acercas sin moverte
y me lleno de ti
de tu mágica ausencia.
Y canta tu respiración
Cuando exhalas en silencio
Y tu cálido aliento
Se pasea por mi piel.