Me gustaría robarme tus ojos un momento, poder tocar con mis dedos tu alma, quisiera saber si espías este mundo, aun y cuando tengas todo un universo para observar, si buscas entre la gente a mama siendo ahora la abuela, a papa jugando con tus sobrinos, a mi familia, a tus amigos, a los amores de tu vida, las viejas calles que recorriste, las viejas almas que iluminaste.
Me gustaría que pudiera tomarte un día, entre todos los que te quedan en la eternidad, para volver a oler la cocina de mama, a galletas recién horneadas, a pasteles que nunca acababan, que fueras tu al lado del viejo en el futbol, que el abrazo que Camila ha querido darte, pudieras darle también, me encantaría en verdad que pudiéramos charlar, de nada, de todo, solo porque podemos, solo porque estas aquí.
Quisiera saber que se siente ser tu, que sepas que se siente ser yo, que me digas que cometí los errores que todos cometen, que sufrí los fracasos que todos sufren, que con tus palabras toscas curaras este corazón, que con los abrazos a medias que tu dabas, me llenaras la parte vacía de mi alma, esa que late tu nombre, esa que se que te ha de faltar también.
Pero no he podido hacerle entender a este necio sentimiento, que podría vivir también en la ilusión de tu existencia, alegrarme al mirar al cielo, pero me gana la tristeza y me pongo a llorar, no me consuela ni la casa de mama y el olor a galletas, ni el abrazo que tanto han querido darte, ni esas tardes en el futbol con papa y me detengo a pensar en la eternidad, y me roba una sonrisa ese deseo, de robarme tus ojos un momento, de tocar mis dedos con tu alma, de saber si espías el mundo, aun y cuando tienes todo el universo para observar