Prometo que intentaré ser la cura para episodios de tristeza que aún no sabías que tendrías, aunque después se vuelva insoportable la densa tristeza que yo mismo te haga sentir, porque inevitablemente fracasaré en mi intento por ser aquello que deseas, aun así, tendremos estaciones llenas de flores y polen y amor estratosférico, otoños nostálgicos, inviernos inciertos, momentos de euforia breve que harán explotar todos los átomos de nuestro ser, y tal vez seremos viejos y jóvenes en un parpadeo, mientras tomamos fotografías de músicos y puentes y personas que vibran a un ritmo que nosotros no podremos percibir.
De alguna manera estaré ahí cuando más lo necesites y eso te llenará de una certidumbre mágica, sin embargo, cuando estés en tu mejor momento no encontraré la manera de estar para ti y la confusión te hará sentir miserable más de una vez, jamás notaré esas batallas internas que sufres por mí y me llenará de tristeza encontrar al final, una distancia que yo mismo provoqué entre los dos y que no tenía idea que existía, dejarás de contestar mis llamadas con esa felicidad que inundaba lagos de miel y azahar, y en ese momento en que te pierdo, sentiré un amor impresionante que cambiará para siempre mi expectativa de las cosas pero será demasiado tarde.
Intentaré remediar lo que no tiene remedio y seré justo aquello que siempre soñaste, pero será demasiado tarde, cuando eso suceda, nubes de otras lunas llenarán todo con una sombra interminable que cegará nuestra transitoria ilusión, ese instante perfecto ya no sabrá igual que antes. Tal vez tengas razón, cuando pienses que estuvimos hechizados por atardeceres y besos que arrancaron suspiros, que existimos por la casualidad de las cosas y los momentos y me parecerá entonces extraordinario entender que el camino era vereda y ese instante de felicidad y miseria absoluta, fueron el reflejo de esas pequeñas bóvedas en las que escondimos momentos que duelen y abrazan por igual.
Me sentiré agobiado al darme cuenta que no estarás aquí el próximo verano y tendré que saborear la amarga ironía de sufrir en silencio todas esas cosas imprescindibles que compartimos, mi soledad explotará en cada atardecer y me cuestionaré decenas de veces por qué no pude ser congruente con las cosas que tanto anhelaba, el recuerdo de tu aroma llenará cajas vacías en mi alma y aunque efímero, será desolador sentirlo, incluso llegará ese instante en que me quedo solo conmigo y trato de perdonarme, seguir adelante, esperar nuevas risas y otra oportunidad de entregar lo poco que queda de mí, y será entonces que aprenda a coexistir con la inevitable realidad, lo que murió contigo, no volverá jamás.
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