top of page
Buscar
  • Gerardo Javier Garza Cabello

Atravesar el fuego



Hay que permitirnos fluir. Quizás en otra vida, realizamos todo lo que soñamos. Tal vez te pilles aun pensando en nosotros, continuaremos latiendo juntos, ya sea en mi memoria o en la tuya y aunque es posible que siempre existamos, debemos soltarnos, déjame ir y te dejaré ir. Libérame y te libero, porque mereces comenzar de nuevo. No me olvides, no finjas que esto nunca sucedió. Solo permíteme ir, y yo haré lo mismo por ti, por nosotros, por la pureza de esa magia que emanaba de nuestras miradas. Estamos listos, puedo sentirlo, porque ahora tu llamada en mi cumpleaños ya no pesa, la calma de un día de paz no me molesta, incluso sonrío al ver lo felices que éramos. No envejeceremos juntos, pero envejeceremos sin duda.


Ya no quiero reprimir este amor que aún siento. Quiero que fluya de nuevo como ríos que buscan el océano, que inunde mi ser con la sonrisa que surge cuando veo a alguien que seguramente está esperando mientras cura sus propias heridas. Cuando le cuente mi historia y ella me cuente la suya, aprenderemos a reír y apreciar la dicha de un nuevo amanecer. Este amor que aún siento se expande, me llena y quiere abarcarlo todo, volver a sonreír y bailar bajo la lluvia hasta empaparme porque no hay tristeza que resista una eternidad, y mi momento ha llegado, nuestro momento ha llegado. Ha sido un placer aferrarme a tus recuerdos, pero debo dejarte ir.


Poco a poco me he convencido de que había estado guardando cosas para volver a sentir, para revivir los poemas que me erizaban la piel, los besos que duraban hasta el amanecer y las conversaciones que he repasado en mi mente, pensando que te encantaría escucharlas. Sonreí menos para no gastar mi sonrisa, y mi deseo de encontrarte es tan fuerte que he comenzado a buscarte. Sé que también estás buscando, despidiéndote de tu propia tristeza mientras esperas encontrarme. Dejaré de creer que si nos quisimos es porque alguien no nos quiso antes, en cambio comenzaré a creer que debimos atravesar el fuego para apreciar la alegría de amar de nuevo.

bottom of page